De repente me ha dado por el patinaje. La noche del martes me calcé los patines y me fui con Trep, mi amigo de estética punk, a dar vueltas por ahí. Fue una noche accidentada porque perdí mi monedero. O me lo robaron, no lo sé.
Lo más patético fue la vuelta a casa. A medianoche Trep me dejó en la plaza de las Glorias y yo, más chula que un ocho, decidí irme a casa patinando. Comencé a patinar, cruzándome con putas y maleantes y de repente me vi en el punto de partida: había dado toda la vuelta a la rotonda, cuan grande es. Deshice mi camino, reencontrándome con las putas (casi las saludo) y fui para casa. Hice un tramo en la más completa oscuridad y luego un hombre en bici que me seguía me invitó a cenar. Lo curioso del caso es que no pasé miedo. Supongo que el hecho de no llevar el monedero contribuyó. Y también mi carácter valiente forjado en mi infancia cuando paseaba a Xapi por delante del cementerio y alrededores, la parte mas chunga de mi pueblo.
En la foto, Hel y yo en nuestros inicios.
Carnaza: mañana operan a Pe, orad por su polla.
Lo más patético fue la vuelta a casa. A medianoche Trep me dejó en la plaza de las Glorias y yo, más chula que un ocho, decidí irme a casa patinando. Comencé a patinar, cruzándome con putas y maleantes y de repente me vi en el punto de partida: había dado toda la vuelta a la rotonda, cuan grande es. Deshice mi camino, reencontrándome con las putas (casi las saludo) y fui para casa. Hice un tramo en la más completa oscuridad y luego un hombre en bici que me seguía me invitó a cenar. Lo curioso del caso es que no pasé miedo. Supongo que el hecho de no llevar el monedero contribuyó. Y también mi carácter valiente forjado en mi infancia cuando paseaba a Xapi por delante del cementerio y alrededores, la parte mas chunga de mi pueblo.
En la foto, Hel y yo en nuestros inicios.
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