martes, 29 de enero de 2008

La no-visita

Caroli y yo nos conocimos ya en el lejano verano del 99, en Londres, cuando las dos intentábamos sobrevivir en esa ciudad a la que todo el mundo va a encontrarse a sí mismo o a salir del armario. Yo ni me encontré ni salí del armario, de hecho me encontré años después en el desierto, pero eso ya lo contaré otro día.
Caroli trabajaba con Hel en un bar de la city y yo poniendo cafés en un hotel del Mayfair, el barrio más pijo de Londres. Cesarpullido apareció el verano siguiente para mejorar el inglés y, de paso, salir del armario. Trabajamos juntos e incluso vivimos un bonito romance de juventud, antes de que saliera del armario, claro.
Yo me fui de Londres y Cesarpullido y Caroli se quedaron. Vivieron juntos en Londres y luego en Madrid. Yo los he ido viendo en Barcelona, Londres y Madrid, juntos o por separado, a lo largo de los años. Este fin de semana nos esperaba un nuevo escenario: Bilbao. Caroli y yo íbamos a ver a Cesarpullido que vive allí desde hace unos meses. Pero éste, que es un bussinessman que se pasa el día viajando, no va a estar. Nos quedaremos en su casa. Va a ser raro, Caroli y yo durmiendo en la cama de Cesarpullido. No lo vamos a ver, pero sí a sentir.
Pues bueno, nos vemos a la vuelta, ya os contaré qué tal por las tierras vascas. ¡Feliz carnaval!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Uy, las no-visitas son todo un clásico, tanto las que hemos hecho como las que nos han hecho. Yo tuve una novisita en el piso de Sanz, de Vic y un amigo muy mayor y muy raro con camisas hawaianas, o al menos eso dice Myran claro, yo nunca lo vi!! Ey, venga, sacad por ahí historietas de novisitas, se que hay muchas!! Besets

Anónimo dijo...

Opino que a veces son mejores las no-visitas que las sí-visitas, aquellas de "amigos" que apenas conoces, que se cuelan en tu casa y hasta te roban las zapatillas, te comen aquel chocolate a cuatro euros que habías comprado en Andorra y que reservabas para un día de regla-bajón, se tiran hora y media en la ducha y NUNCA NUNCA se acuerdan de reponer nada!!!

Anónimo dijo...

Mel, me he tenido que estrujar un poco el celebro para acordarme del hombre de mediana edad con camisa floreada. ¡Fue muy freakie esa no-visita!
Resentida, estoy muy de acuerdo con lo que dices. He tenido algunas sí-visitas como las que tú mencionas. Sin ir más lejos la del Largo, este verano. Al menos me lo follaba y compensaba. Pero... ¿te conozco Resentida? ¿Soy quizás yo una de tus sí-visitas?

Anónimo dijo...

Myram:
Tranquila, ni tú has sido una sí-visita ni yo una abnegada anfitriona. Me explico:
a-)Al llegar a mi casa siempre te he recibido con pocas florituras. El menú siempre han sido pizzas congeladas y, con suerte, alguna mandarina. Eso sí, el postre siempre te lo he servido con cuchara pequeña, para que dure más, como a ti te gusta.
b-) Tan sólo una vez, y en un momento de crisis provocado por tu ultrabronceado ex, te has quedado a dormir en mi casa. Normalmente aduces que no te gusta dormir en casas ajenas. Al fin y al cabo, ambos sabemos que eres una mujer de costumbres.
Y, ahora, puedes ver a través de mi resentiemiento y saber quíén soy?
Lo del Large no fue ni sí-visita ni no-visita. Entraría en el apartado de sex-visita, una nueva y agradecida categoria sobre la que podríamos continuar debatiendo.

Anónimo dijo...

Resentida, por tus pistas intuyo quién eres. Tengo, sin embargo, tres apuntes:
a) Alguna vez una ensalada, siempre de bolsa y ya lavada, ha completado el menú. Tus aderezos son dignos de mencionar, granada en una ocasión y mango en otra.
b) Sólo una vez me he quedado a dormir en tu casa pero tú en la mía ninguna. Ambas, en algun momento de nuestras vidas, nos hemos planteado vivir al piso de la otra pero nunca se consumó. Ahora mi ilusión es que seamos vecinas.
c) Vale, el Largo fue una sex-visita pero combinada con una sí-visita. Pasaba media hora en la ducha, se comió todos mis víveres y no fregó ni un plato.