Un año de soltera

No sabría decir el día exacto pero fue el domingo antes del puente, eso lo tengo claro. Recuerdo la escena de Pe plantado en medio de la ronda, como pensando y sufriendo mucho y yo caminando para el otro lado. Esa fue la última vez que le vi. Luego me fui a un banco a llorar y justo pasaban AB y Trep. AB estaba aireando a Trep porque este fin de semana se había pasado con las drogas y estaba más que ido. Al verme, AB se hizo cargo de mí. Esa noche AB hizo un gran trabajo con Trep y conmigo, por aquel entonces sus compañeros de piso.
Hace un año de todo esto. A veces me parece que ha llovido mucho desde entonces y a veces me parece que fue ayer. Pero bueno, la cuestión es que pasó y fue para bien, eso no lo dudo.
En este año me he dado cuenta que la vida del soltero no es fácil. La vida está hecha para dos: las raciones del súper, las hipotecas, las clases de baile, los premios de un fin de semana para dos personas, el día de Sant Jordi o Tu favorito de Movistar. Por no hablar de otras cosas mucho más profundas que no pegan con el tono ligero del blog.
En fin, que todo esto era para informaros de que ya llevo un año de single, como prefiero que me llaméis porque vivo en Barcelona y soy moderna. Y nada, que de momento lo llevo bien y, a veces, hasta tiene su gracia.